Y JUSTO CUANDO LA ORUGA PENSÓ QUE ERA EL FIN, SE CONVIRTIÓ EN MARIPOSA

Este es el relato de las vivencias y tragedias que tuvo que vivir una mujer antes de convertirse en una empresaria exitosa…

Por Rodrigo Ariza

 Joven, bella y con ilusiones, una mujer soñadora quiere conquistar el mundo y entre sus recursos para hacerlo piensa que la compañía de un hombre es importante, enamorada busca consolidar un futuro con alguien que creía ella era su complemento. El tiempo transcurre y de aquella unión nacen dos niños, ahora había otras razones para continuar en la lucha; varios años en la búsqueda de una estabilidad emocional, afectiva, económica que les asegurara un mejor porvenir a sus hijos.

En esta unión había mentiras, malos tratos, de palabras y hasta físicos, la mujer aguanta porque eso lo impone la sociedad, además tenía dos hijos que en teoría necesitaban un hogar…

Pero todo tiene su tiempo, y el momento de dar un paso al costado llega y esta es la historia que nos relata PHAOLA PEÑA, un mujer que vivió las torturas sicológicas y físicas de un hombre maltratador, la misma mujer que sacó fuerzas y con valentía dijo: NO MÁS y hoy es ejemplo de mujer emprendedora y capaz, que solo necesito la fe en Dios y la confianza en ella misma.

“Mi vida, se identifica con las madres cabeza de hogar que, en medio de las dificultades, encontraron la fuerza para salir adelante.

Mi vida está ligada a la historia del SPA y surge en medio del caos de una relación sentimental que poco a poco se tornó toxica; sufrí maltrato físico, verbal y psicológico, pero cuando hay hijos se soportar estas cosas con pensamientos erróneos. Ese fue mi caso, tengo 2 niños por los que debo luchar, y en ese momento fueron ellos mi motor para emprender la huida de un escenario que no era el normal ni el que merecía; fue en vano buscar soluciones y cada vez me sumia más en una situación que no estaba obligada a vivir…

Los días llegaban y yo, continuaba en el mismo error de “soportar el maltrato”, llegue a un punto de quiebre y es cuando nace en mi un deseo enorme de cambiar el rumbo de mi vida… Cansada de todo esto y sintiendo la fragilidad e impotencia, decido cambiar mi situación, no niego que tenía temor a lo que pudiera pasar, “pero fue cuando acudí al único que conoce nuestras luchas, el único que nos acompaña y entiende, aquel que dio su vida por nosotros para limpiar nuestros pecados”, y si dio su vida por nosotros, también está dispuesto a darnos lo que necesitemos si lo buscamos de corazón.

Con mi pecho henchido de fe, decidí hablar con Dios. Ore durante tres horas y en esa oración le expuse a Dios mis sentimientos, sueños y deseos. Le supliqué que cambiara mi rumbo y que mejorara mi vida, quería una fuente de ingresos, un negocio propio, algo con lo cual pudiera salir adelante con mis hijos; en ese momento le pedí un SPA, no tenía los recursos, pero estaba segura que Él es el dueño del oro y la plata, mi oración se centró en pedirle tranquilidad, estabilidad y lograr tener bien a mis dos hijos y de paso ayudar a mi familia y a muchas personas que, como yo, desean un nuevo comienzo para asegurar el sustento de su familia.

Tres días después de aquella oración y de pensar en estas cosas, sobre todo en “como empezar sin dinero”, ocurrió un milagro, algo sobrenatural a lo que yo llamo: SUERTE DIVINA. Ese día, sentí un deseo enorme de jugarle al chance, le aposté cinco mil pesos y me lo gané.

Estaba segura que esa era la respuesta de Dios, Él siempre obra como mejor le parece, Dios trabaja de maneras misteriosas, en este caso tuve una repuesta que me cambió la vida, me dio una oportunidad de escribir una nueva historia.

Con el dinero ganado, tuve la base para un pequeño local en el barrio Kennedy de Bogotá; después de un año seguí viendo la fidelidad de Dios, mi negocio fue muy concurrido… Ya eran muchos los pacientes había la necesidad de expandir el negocio, fue cuando me trasladé a un local más grande, justo al frente, allí duré 7 años”.

Todo se estaba dando tal como lo había querido, podía apoyar a otras mamas cabeza de hogar, Dios me dio el impulso, la fuerza, el deseo de trabajar, la salud para llevar a cabo este sueño, un sueño que no solo fue para mí, sino para ayuda de muchas personas; vinieron las obras sociales, empleo, ejemplo de lucha, motivación y capacitación para otras personas que como yo anhelaban una vida digna. Fue un sueño que Dios hizo realidad…

Cada día comenzaba con la preocupación de crecer, esto me llevo a la decisión de prepararme profesionalmente en las áreas de mi trabajo, sabía que era importante para el crecimiento; hoy, he adquirido conocimientos, experiencias, títulos académicos, reconocimientos en el sector y la ciudad y muchas más cosas han llegado a mí vida…

Con las capacitaciones los servicios que podía brindar eran muy diversos, esto me llevó a tener un amplio portafolio de servicios y productos con altos estándares de calidad…

Pero como en una novela, no todo ha sido color rosa, el trabajo ha sido duro y he enfrentado dificultades, pero en estas situaciones conté con el gran apoyo emocional de mi padre, pero en medio de este proceso, mi padre murió, fue el momento cuando el mundo se tornó en caos por la “pandemia”. La muerte de mi padre fue una situación muy difícil. Es difícil aun, pero también fue él quien me impregno de fe, la cual pude heredar y en momentos críticos he puesto a funcionar, no es una fe como la de él, pero sí una pisca de ella, esa fe me ha sostenido este tiempo, es un regalo más de Dios, quien prometió que, en medio de las dificultades, estaría para ser nuestro ayudador si lo buscamos en las escrituras y en oración, Él nos dará su paz para enfrentar las dificultades…

Por eso, en la época más difícil para mí y para muchos, pudimos “reinventarnos” y pudimos cobrar ánimo y trabajar, generar empleo, haciendo domicilios en productos o servicios, abriendo muchas oportunidades para seguir creciendo en nuestro SPA.

¡En medio del desierto, Dios hizo un oasis! Ahora tenemos una nueva sede, en la cual llevamos 8 meses, son 4 pisos con equipos modernos, realizamos ferias de emprendimientos, obras sociales, capacitaciones en cejas y pestañas, aquí las madres pueden generar independencia y labrar un mejor futuro para ellas y sus hijos.

Muchas madres que sufren como sufrí yo o peor, tienen una oportunidad de cambio con nuestro apoyo. Porque cuando alguien clama a Dios con un corazón sincero, Dios lo escucha y da gracia…

Así que están invitados al SPA PHAOLA PEÑA y evidenciar un sueño hecho realidad…

Es hora que conozcas nuestro amplio portafolio de productos y servicios, que beneficies tu salud mental y física.

Que el amor, el perdón, la salvación y la paz de Jesucristo siempre estén en tu mente y corazón hoy y siempre…

¡Los esperamos en la Carrera 78 C bis No.35-11 Sur Bogotá    Tel. 601 4707425  Cel. 3204207070!”   

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